Blog marinos uruguayos

Los blogs son funda- mentales en este milenio.

La calidad de vida de las personas depende cada vez más del conocimiento científico y tecnológico, el acceso al mismo se ha transformado en uno de los pilares de esa sociedad idealizada. La divulgación científica deberá promover la transformación de la sociedad, en tiempos donde el desarrollo sostenible se presenta como la única opción lógica y coherente. El éxito se alcanzará cuando se logre construir el puente entre la investigación y la población; paso esencial para que la ciencia se vuelva parte de la cultura. Hasta hace poco la ciencia parecía algo incuestionable y el estereotipo de un hombre de bata blanca, simbolizaba el conocimiento, la inteligencia y la sabiduría. Se podía confiar en lo que dijese, hiciese y produjese hasta la Bomba. Añádanse los pesticidas, el agente naranja, el calentamiento global etc. El resultado hoy en día es la desconfianza en la ciencia y en las nuevas tecnologías. Sin embargo, ahora que la mayoría del mundo vive en la era tecnológica, o como muchos la denominan, la sociedad del riesgo, la opinión pública y los políticos necesitan cada vez en mayor medida volverse hacia la ciencia en busca de respuestas y consejos. Mientras no tengamos conceptos claros, precisos, actualizados y ajustados a la época, no será posible tener buena orientación y por ende no se logrará Norte ni puerto seguro.

La ciencia avanza y la sociedad tiene que ser consciente de que únicamente a través de la ciencia podemos progresar y sobrevivir, por ejemplo, desde el punto de vista económico y medioambiental. El desastre de Chernobil, las vacas locas y la alarma producida en Bélgica por las dioxinas convirtieron el debate sobre ciencia y sociedad en algo muy diferente a lo que era hace 25 o 30 años, y debilitan la aceptación de la nueva tecnología.

Necesitamos replantear la dinámica entre la ciencia y los ciudadanos en una democracia.

Necesitamos averiguar si nos hacen falta elementos reguladores a determinados niveles con respecto a temas controvertidos, por ejemplo la fabricación de organismos modificados genéticamente o el cambio climático.

Necesitamos pasar del debate filosófico a la acción que pueda aplicarse cada día. El peor planteamiento consiste en quedarnos quietos y no hacer nada. Los ciudadanos deberían estar en condiciones de participar en los debates científicos que sean relevantes para su vida, la ciencia debería responder mejor a las necesidades sociales y que esto puede lograrse sin poner en peligro la calidad científica. Cada vez mas los ciudadanos y los protagonistas deberían asociarse estrechamente con las decisiones que les afectan, y exigir que las prioridades políticas reflejan sus principales preocupaciones. Por consiguiente, las relaciones entre ciencia y gobernación constituyen una cuestión clave que el Mundo debe afrontar para aprovechar plenamente las inmensas oportunidades creadas por las instauración de la economía y la sociedad del conocimiento, recuperar el sentido de propiedad y el propósito común entre sus ciudadanos, y reducir – tanto el ámbito interno como en el internacional el potencial de disputas y conflictos.

Nos adentramos en la civilización del conocimiento. Cada vez tiene mayor incidencia en el desarrollo y la prosperidad de los pueblos es evidente que el impacto macroeconómico de la generación de conocimiento depende de que se difunda la información sobre la innovación, que se extiende la utilización de los nuevas tecnologías y que los sectores tradicionales los adopten. La investigación y el desarrollo deben encajar en un marco de valores para producir benefícios, esto ayudara a fortalecer el funcionamiento democrático de las naciones porque eleva el nivel educativo de sus personas. El desarrollo científico aportará al desarrollo socioeconómico. Lo que realmente necesita la ciencia es la compresión del público en el sentido moderno, esto es, diálogo y asesoramiento científico, que depende de la interacción con el público, como en la democracia, donde la política debe comprenderse.

La ciencia se debe acercar a los ciudadanos, salir a las calles, ir a los hospitales y, en todos los sitios se debe preguntar. El dialogo debe generarse (blogs) en torno a los asuntos cotidianos y a los temores. Cuando la población percibe que algo es importante para ellos, quieren aprenderlo, como se demostró cuando poblaciones sufrieron inundaciones y cambios climáticos el año pasado y este año, en todo el mundo. Si bien existen excelentes divulgadores, muy respetados en el mundo científico, también es cierto que el hermetismo académico sigue siendo un gran obstáculo para la apertura cognitiva de lo científico hacia la sociedad. Más información: Democratizar la Ciencia-Sociedad como camino hacia el Desarrollo Sostenible. Por Dr. Marcos Sommer http://www.oceanografossinfronteras.org